Esguince de tobillo
Cómo tratar y curar bien un esguince de tobillo
Es más común en deportistas, pero puede sucederle a cualquiera: un mal paso en una calle mal asfaltada o un giro demasiado rápido en nuestra clase de salsa son suficientes para sufrir un esguince o torcedura de un tobillo. De hecho, el esguince de tobillo es una de las lesiones más frecuentes del aparato locomotor, que, como decíamos, puede padecer cualquier persona, aunque los deportistas son más proclives a ellas.
¿Qué tipos de esguince de tobillo hay?
Dentro de las articulaciones, hay unas bandas de tejido elástico, fuerte y flexible, llamadas ligamentos, que conectan entre sí los distintos huesos. Sufrir un esguince de tobillo significa que los ligamentos que unen los huesos del tobillo se han distendido, desgarrado o, en el peor de los casos, roto. Normalmente, sucede cuando se camina por suelos irregulares y el pie se tuerce hacia un lado al pisar, con lo que queda en una posición antinatural, más allá de su límite de movimiento habitual.
Podemos hablar de varios tipos de esguince:
Esguince del ligamento lateral externo o inversión de tobillo: en este tipo de lesión, la planta del pie suele quedar mirando hacia dentro y el tobillo, hacia afuera. Afecta a los ligamentos de la parte externa de la articulación. Es el más frecuente.
Esguince del ligamento medial: cuando el pie se tuerce hacia al otro lado, de manera que la planta del pie queda apuntando hacia afuera. Afecta a los ligamentos situados en la parte interna del tobillo.
Esguince crónico: si el esguince se produce de manera repetida en el mismo tobillo o el dolor se prolonga más de cuatro o seis semanas. Este es el tipo de lesión que debemos evitar a toda costa, más adelante veremos cómo y por qué.
¿Cuáles son los síntomas del esguince de tobillo?
En función de su gravedad –leve, moderado o severo-, los síntomas pueden variar. En el caso de que sea leve –grado I-, el ligamento se ha estirado demasiado o roto ligeramente, por lo que es normal que haya dolor, hinchazón en grado leve y aparezca un ligero moratón, pero no se pierde movilidad en el tobillo y la persona es capaz de caminar.
Diferentes, los esguinces moderados –grado II-, están causados por un desgarro parcial del ligamento, por lo que el dolor y la inflamación son más intensos. En este caso, la movilidad del tobillo puede verse limitada y, además, puede resultar difícil apoyar peso sobre el pie o el paciente camina en posturas que le disminuyan el dolor, de puntillas, por ejemplo.
Y en tercer lugar, si tenemos la mala suerte de sufrir un esguince severo –de grado III-, resulta imposible apoyarse sobe el tobillo, ya que el ligamento se ha desgarrado o roto por completo. Lógicamente, la hinchazón y el dolor son mucho mayores que en los niveles anteriores.
¿Cómo se trata un esguince? Haz lo que te “DICE” el médico.
El tratamiento concreto ante un esguince de tobillo y el periodo de curación dependerá de la gravedad de la lesión. La mayoría de los pacientes se recupera y pueden retomar su vida, deportes y actividades normales en pocos días (esguinces leves) o a las 6-8 semanas (en algunos casos más graves); eso sí, siempre y cuando se acuda al médico cuanto antes y se apliquen correctamente las pautas que él nos indique. Normalmente, estas pautas coinciden con el acrónimo DICE (RICE por sus siglas en inglés):
Descanso: haz reposo, intenta no caminar y, en la medida de lo posible, no apoyar el peso en el tobillo lesionado. Además, debes evitar el deporte durante un periodo aproximado que puede oscilar de los diez días –en el caso de esguince leve- a los cuarenta y cinco –en el caso de esguince severo-.
Hielo: con el fin de que baje la inflamación, aplica frío en el tobillo afectado durante las cuarenta y ocho horas posteriores al esguince. Hazlo cada tres o cuatro horas durante periodos de veinte minutos, pero nunca poniendo el hielo directamente sobre la piel, sino que es mejor envolverlo en un trapo o venda y luego acercarlo a la zona dolorida.
Compresión: dependiendo del grado de lesión, la inmovilización del tobillo se realiza con un vendaje, tobillera, férula inflable, férula rígida o escayola, según la valoración del médico. En cualquier caso, no te quites la solución utilizada hasta que el profesional lo indique.
Elevación: mantén la pierna en alto, cuando estés sentado/a o tumbado/a.
Igualmente, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno pueden ayudar a aliviar el dolor y rebajar la hinchazón. Para los esguinces más graves, además, puede ser necesario llevar a cabo un programa de rehabilitación, que incluirá ejercicios para aumentar la fuerza y la flexibilidad de la articulación. En algunas pocas ocasiones, será necesario recurrir a la cirugía, aunque no suele ser lo habitual.
¿Cómo evitar el esguince crónico? La paciencia es clave
Una vez que se ha producido el esguince, las prisas por volver a la actividad o retomar el deporte nos vuelven impacientes y, a menudo, no respetamos los periodos de reposo indicados por el médico para poder curarlo adecuadamente. Como comentábamos anteriormente, ello puede impedir una curación completa y provocar que el esguince se repita en los doce meses siguientes, periodo en el que hay mayor riesgo de que la lesión se produzca de nuevo.
De hecho, según el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, entre el 10% y el 30% de personas que padecen esguince de tobillo sufre secuelas residuales, bien sean esguinces recurrentes, inflamación o dolor o inestabilidad en el tobillo.
Por ello, tras un esguince, es muy importante tomárselo con calma y seguir las pautas dictadas por el médico o fisioterapeuta hasta el final. Esto significa respetar los periodos de reposo indicados, aun cuando el dolor y la hinchazón hayan desaparecido. También, cuando haya sido prescrito, se debe finalizar completamente con el programa de rehabilitación.
Por último, es muy importante no caminar o hacer ejercicio por superficies irregulares, así como evitar los deportes que impliquen correr o cambios bruscos de dirección hasta que el tobillo se haya recuperado por completo.
Fuentes
“Atención postratamiento en el hogar para un esguince de pie” y “Esguinces y desgarros”. Medline Plus, Institutos Nacionales de la Salud, Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU.
“Consejos para tratar un esguince de tobillo”. Medicosypacientes.com
“Esguince de tobillo”. Manual MSD.
“Esguince de tobillo”. American Orthopaedic Foot and Ankle Society (AOFAS).
“Esguinces y distensiones”. Clínica Mayo.
“Esguinces de tobillo”. Kidshealth.org
“Esguinces y torceduras”. Farmacia Espacio de salud.
“Esguince de tobillo”. Fisterra.com
“Recomendaciones para curar bien un esguince de tobillo”. EFE Salud.
“Recuperarse de un esguince de tobillo”. Infosalus.com
Esguince de tobillo. Ficha del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
Publicado en: cinfasalud.com
Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.