Ictus
La neuróloga María Alonso de Leciñana te lo explica en este vídeo.
Enfermedades y patologías relacionadas: Ictus
Tratar el ictus es posible; de hecho, del tratamiento adecuado depende el pronóstico de los pacientes. “Es fundamental reducir al máximo el tiempo que pasa hasta la aplicación del tratamiento. El ictus es una urgencia y, por lo tanto, el tratamiento no admite demora”, asegura la neuróloga María Alonso de Leciñana. Por ello, es muy importante solicitar atención urgente para que el paciente sea trasladado inmediatamente al centro hospitalario más adecuado para que se le aplique el tratamiento idóneo.
El paciente se beneficia del ingreso en unidades neurológicas especializadas, denominadas unidades de ictus, las cuales están dirigidas por profesionales expertos en el manejo de la enfermedad.
Tratar el ictus implica tener en cuenta distintos aspectos:
Mantenimiento adecuado de las constantes vitales del paciente, para colocarle en la mejor situación para recibir los tratamientos que necesita.
En caso de infarto cerebral, es muy importante la desobstrucción de la arteria ocluida.
Lo cual se puede abordar de dos formas: tratamiento con trombolisis intravenosa, un fármaco denominado RTPA que permite la disolución de los coágulos en un gran porcentaje de los pacientes. Sin embargo, hay veces que este tratamiento no es suficiente y se necesita extraer el coágulo mediante la trombectomía mecánica. En ella se introduce un catéter en el árbol vascular cerebral y se despliega un dispositivo que permite capturar el coágulo y extraerlo.
En caso de hemorragia cerebral, es fundamental el control estricto de la tensión arterial.
Muchas de los pacientes que sufren hemorragia cerebral son hipertensos y tienen cifras muy elevadas cuando sufren un ictus.
En las hemorragias cerebrales asociadas a anticoagulantes orales, la aplicación de antídotos puede mejorar la evolución de los pacientes y evitar el resangrado.
En caso de una malformación vascular, como los aneurismas en las hemorragias cerebrales, el cierre del aneurisma o malformación vascular responsable de la hemorragia permite mejorar la evolución del paciente.
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Tomado de medicinatv.com
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